Si algún sector ha sufrido una transformación radical durante este año largo que llevamos de pandemia este ha sido sin duda el de la educación y formación.

El boom de los cursos online ha venido acompañado por una necesidad de profesores y formadores de adaptarse al nuevo formato. Y en todo este tiempo apenas se ha hablado precisamente de este punto. De cómo dar clases online cuando vienes de un mundo regido por las clases presenciales.

Lo que ha pasado no es más que un reflejo de la disparidad salvaje que tenemos en nuestro país cuando hablamos de introducción de tecnología. Somos los primeros del mundo en el uso del móvil para socializar pero estamos en la cola cuando hablamos de teletrabajo. ¿O deberíamos decir «estábamos»…?

¿Por qué hasta ahora nadie pensaba en dar clases online?

A toro pasado es muy fácil hacer el análisis. Los más agoreros seguramente dirán que aquí nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena, que somos cortoplacistas y nunca pensamos en largo plazo…

Sin quitar mucha razón a estas causas la verdad es mucho más sencilla bajo mi punto de vista. Simplemente no dependíamos de dar clases online. No teníamos las necesidades en las que el clima obliga a quedarse aislados por largas temporadas o tenemos tan mala comunicación que no sale a cuenta el desplazamiento. Tampoco solemos tener terremotos, huracanes… y las meganevadas hace que salga más a cuenta perder clase algún día que no invertir en un sistema alternativo.

Y sin embargo eso ha sido precisamente nuestro talón de Aquiles. Cuando ya no vale la improvisación. Cuando interviene un factor externo que nunca habíamos tenido ni nunca pensábamos que nos iba a afectar. ¡Y vaya si nos ha afectado!

Los profesores y formadores (sobre todo los primeros) se han encontrado con un panorama desolador que les ha obligado a un esfuerzo titánico de adaptación. No sólo se han tenido que enfrentar a nuevas herramientas… Para algunos ha sido incluso una confrontación con la tecnología misma. Y eso por no hablar luego de la adaptación de las formas y rutinas de trabajo intentando mantener la calidad. Todo un reto.

¿Sabiendo eso dónde estabas hasta ahora, Zapa?

Sí. Lo siento. Este artículo debería haber llegado hace mucho tiempo atrás. Pero no ha sido hasta hace poco que he notado un repunte de visitas de centros de educación seguramente en busca de información y soluciones para dar clases online. Y aunque este blog no suele tocar ese tema yo sí que tengo la formación y experiencia necesaria para ayudar. Tengo un papel que pone que soy profesor y soy experto en comunicación audiovisual a nivel técnico y teórico. Es casi un deber moral.

Así que para todos los formadores y educadores… mis disculpas. Y como más vale tarde que nunca aquí va este pequeño guion a tener en cuenta para los que quieren dar clases online y se enfrentan a ese primer paso.

Las claves para empezar a dar clases online sin experiencia previa

Cuando vamos a realizar una transición tan importante y de tal calibre es importante detallar todos los factores implicados en nuestra situación actual de formación presencial e intentar imaginar cómo afectan a la hora de realizar esa transición. Es un poco un ejercicio de ciencia ficción pero de verdad que ayuda mucho.

Por supuesto es importantísimo que todos los integrantes y «tomadores de decisiones» estén implicados y vayan todos a una. Hay que tener claro que estamos en una situación de emergencia nacional y que estamos hablando de algo tan serio como la educación.

Veamos estos factores uno a uno.

El Centro de Enseñanza

Podemos hablar tanto del sitio físico como la institución que lo gestiona. Es esencial en ambos puntos. Si somos formadores freelance seguramente no será un factor muy a tener en cuenta pero aún así esto puede servir también para aquellas empresas que tienen aulas de formación propias.

1. Dirección Motivadora e Implicada

Esto es CLAVE. Y lo pongo en mayúsculas y negrita para que quede claro. Si no hay una implicación clara de la cúpula directiva nuestros esfuerzos de implantación van a tener una alta probabilidad de fracaso. La voluntad ha de ser clara en una única dirección

2. Inversión

Lo siento pero nadie da duros a cuatro pesetas. Podemos resistirnos todo lo que queramos pero para dar clases online de calidad va a haber que invertir. Ya sea en equipo técnico como en formadores. No estamos hablando de que los profesores den clases online sin más. Eso se puede hacer con un Google Meet. Se trata de dar clases online de calidad.

3. Comunicación

La tercera clave para el proceso de transición a las clases online es la comunicación. En el caso de los centros educativos esta tendrá que llevarse a cabo con los padres de los alumnos y sobre todo con las Instituciones Educativas que serán las que den las pautas generales de cómo han de ser estas clases.

En el caso de las empresas la comunicación es igualmente vital. Tendrá que ser fluida entre la dirección y los trabajadores para concienciarse de lo que viene. Especialmente importante por lógica será la vía comunicativa con los departamentos de Recursos Humanos y de Formación. También por supuesto con instituciones externas como las cámaras de comercio, gremios, colegios profesionales e Instituciones públicas para estar informados de talleres, ayudas, pautas, etc.

Los Profesores

Los profesores y formadores son sin duda los grandes protagonistas al tratarse del «brazo ejecutor» que va a sufrir de manera directa un cambio profundo en su forma de trabajar.

Como hemos dicho antes, vivimos en un país que nunca hasta ahora ha tenido la necesidad tan acuciante de dar clases online y eso se ha convertido en una arma arrojadiza. Necesitamos atajar rápidamente esa brecha de conocimientos para enfrentarnos a la nueva realidad.

4. Formación

Y he dudado en poner esta cuarta clave dentro del apartado de los profesores porque realmente esto es algo que atañe a todos los miembros de la comunidad educativa y formadora. Sin embargo está claro que si alguien va a necesitar apoyo este va a ser el docente.

Esta formación a recibir ha de ser integral. Hay que tener en cuenta que el cambio de paradigma es total. No solo cambian las herramientas sino también los procedimientos. Y los profesores van a encontrarse con situaciones nuevas con las que tendrán que lidiar.

Estas nuevas situaciones y la situación de «no saber qué hacer para solucionarlo» puede afectar incluso psicológicamente a las personas que empiezan a dar clases online. Pueden aumentar dudas, hacer que uno se pregunte si está hecho para esto… Y es normal. En mayor o menor medida nos va a pasar a todos y es lo que comporta siempre el cambio.

Por ello insisto que esta formación ha de ser integral. Formación técnica, formación pedagógica, formación humana… todo orientado a poder enfrentarse a las nuevas situaciones y problemas que se van a encontrar profesores y formadores.

Las herramientas

Quizá sea uno de los aspectos que más miedo o respeto causa a los profesores y formadores. Y sin embargo no debería ser así. Al fin y al cabo los programas que usamos para dar clases online no son más que botones que realizan siempre la misma acción. La práctica lleva a la memoria y al buen uso paulatinamente.

5. Evaluación y homologación

Lo realmente importante de las herramientas para dar clases online es averiguar cuáles son las adecuadas para nuestras necesidades. Esto pasa sí o sí por probarlas, ver sus características, averiguar si alguien lo ha hecho ya por nosotros, etc.

En el mejor de los casos podemos tener ya la evaluación hecha por parte de las instituciones externas tales como la Consejería de Educación o nuestro Colegio Profesional en el caso de las empresas. Eso nos va a reducir el trabajo considerablemente y quizá solo tengamos que probar dos o tres de ellas.

Si se dan la circunstancias adecuadas podemos hacer pequeños grupos de prueba con nuestros alumnos y trabajar con herramientas diferentes en cada uno de ellos. Previamente podemos hacer una lista de nuestros objetivos para luego verificar si estos se han conseguido y en qué cuantía. Por supuesto que durante la prueba surgirán otras cuestiones no contempladas que luego se han de ponerse en común y ver cómo afectan a la evaluación final.

¿Ejemplos de herramientas? Todo dependerá de las necesidades y la legislación de datos vigente, como veremos a continuación. De todos modos si quieres echar un vistazo a una de las herramientas más se está usando te recomiendo que eches un vistazo a este artículo.

6. Protección de datos

Este es un punto muy particular dentro de las herramientas pero es tan importante que voy a destacarlo como clave al mismo nivel que el resto.

En nuestro país por suerte tenemos una ley muy potente para protegernos del tráfico de datos personales y una agencia como es la AEPD que vela por su cumplimiento. Aún así vivimos en un mundo en el que nosotros mismos nos hemos convertido en productos y por eso hemos de velar más que nunca por la protección de nuestros alumnos.

En ese sentido hay que evitar a toda costa aquellas herramientas que no garanticen el cumplimiento de la ley al 100%. A nadie le gustaría ser denunciado por no poder demostrar que los datos personales se quedan en casa, ¿verdad?

Por eso es también tan importante la vía de comunicación con Instituciones externas. Ellos nos pueden aconsejar o incluso en algún caso exigir el uso de herramientas determinadas por haberlas catalogadas como buenas cumplidoras de la ley.

En este sentido, la propia AEPD ha ido publicando respuestas a preguntas frecuentes que serán de gran ayuda a los centros educativos y los centros deberían disponer también de su Delegado de Protección de Datos (DPD) que sería la persona encargada de velar por el cumplimiento de la ley.

Los alumnos

7. Información

Con el alumnado hemos de tener especial atención. Ellos son los más sensibles a los cambios. Hay que hacerles notar que las reglas del juego cambian con la manera de hacer las cosas y de la misma manera cambian también las competencias, los límites y las buenas prácticas.

Para ello es deseable que una vez finalicen las pruebas piloto y se saquen conclusiones estas se compartan en sesiones informativas para que todo el mundo tenga claro cómo se debe actuar en el nuevo entorno, las posibilidades que ofrece, las herramientas disponibles, etc.

En el caso de los centros de enseñanza es importante también que estas sesiones de información se extiendan a los padres de los alumnos que contaran con una nueva manera de ejercer su responsabilidad.

Pensemos en esta situación como cuando un nuevo miembro del equipo se une y hay diseñado un Welcome pack para hacer su integración más fácil. Este Welcome Pack se diseña en base a la experiencia pasada. Trasladado aquí sería más o menos lo mismo con las pruebas piloto. En función de los resultados diseñaremos esa estrategia de integración para que la transición sea lo más suave y transparente posible.

8. Sesiones prácticas

Antes de entrar a trapo a dar clases online nos irá bien a nosotros y a nuestros alumnos ir cogiendo práctica. Así que sería bueno que nuestras primeras sesiones se centraran más en la explotación de nuestro sistema, ahondar en él, ver dónde se puede sacar partido, ver qué características se nos harán imprescindibles y cuáles podemos mandarlas al baúl de los recuerdos.

Algunas de las situaciones ya habrán salido en las pruebas piloto (son precisamente para ello) pero hay otras de las que solo nos daremos cuenta a largo plazo. Es importante ir tomando nota de todas estas situaciones y compartirlas tanto con el resto del equipo docente como con el especialista de educación online que esté llevando el proyecto de transición.

Por un lado conseguiremos que otros compañeros puedan anticiparse a ese tipo de situaciones. Por el otro conseguiremos dar una solución consensuada que ofrezca los mejores resultados de manera coherente ya que si cada profesor lo aborda de manera diferente podemos causar dudas entre el alumnado.

Cerrando que es gerundio

La transición de un sistema de educación presencial a uno online es muy compleja y delicada. No debería tratarse a la ligera y menos aún en un país con una tradición tan marcada de educación presencial.

Decir esto en época COVID es como una utopía. Zapa, se nota que no has estado aquí en medio del ‘merdé’ cuando había que tomar decisiones rápidamente y sin apenas soporte. Lo sé y si he de decir la verdad me he sorprendido puesto que pensaba que el proceso iba a ser menos estresante para los docentes.

He hablado con padres de alumnos, con profesores, con formadores… y siempre me he interesado por cómo se estaba llevando a cabo el proceso. Todos más o menos tenían problemas de algún tipo, es normal. Pero al cabo del tiempo esos problemas deberían estar más que solucionados y no es así.

Eso y el aumento de consultas ha hecho que finalmente tengas este humilde artículo para que te sirva de guía. Espero sinceramente que si te dedicas a la enseñanza y lees esto te sea útil y que si tienes alguna duda estaré encantado de ampliar la información.

Nosotros nos vemos en quince días y hasta entonces… ¡Videomarketeros, hasta la próxima!

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Zapa

Propietario y fundador de Streamyng.

Especialista en desarrollo y arquitecturas de productos audiovisuales corporativos.

Apasionado de las nuevas tecnologías, Internet y todos los cachivaches que caigan en sus manos.